Me arriesgué y me asomé al laberinto de tu
amor. No me importó perderme, sabia que sería feliz junto a ti. Me daba igual si me equivocaba o no, me tenias
hipnotizada. Y ahora por ti aprendí a ver la vida de otra forma, a sonreír a los problemas a tomármelo todo con calma pero sin desaprovechar las oportunidades. Mi corazón grita fuerte tu nombre, sigo aprendiendo a amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario